Los precios en la industria automotriz China amenaza a fabricantes globales
Durante el salón del automóvil de Múnich, marcas alemanas como BMW y Mercedes-Benz mostraron sus SUV eléctricos en escenarios icónicos de la ciudad. Sin embargo, según The Economist en los pabellones principales, fueron los fabricantes chinos quienes acapararon la atención con una ofensiva tecnológica y precios más bajos. Empresas como BYD, Xpeng, Changan y Dongfeng dejaron claro que Europa es su objetivo prioritario.

Mientras conquistan el exterior, en casa libran una guerra interna de precios. La sobreproducción y el exceso de capacidad han generado una competencia feroz que afecta a todo el sector, incluidas las marcas extranjeras.
China impulsó la industria de vehículos eléctricos con subsidios masivos hace 15 años, generando la aparición de más de 130 fabricantes. Hoy, sus fábricas podrían producir el doble de lo que el mercado puede absorber, lo que ha hundido los precios un 19% en dos años.
Aunque las ventas alcanzarán los 24 millones de unidades en 2025, las ganancias se han desplomado. Entre enero y mayo, el beneficio neto de la industria cayó 12%, a 178.000 millones de yuanes, según datos oficiales. Incluso líderes como Geely y BYD reportaron caídas del 14% y 30% en sus utilidades netas, respectivamente.

Una guerra de precios sin freno
Las autoridades chinas intentaron frenar las rebajas con llamados a estabilizar el mercado, pero los descuentos encubiertos persisten. Incentivos como seguros gratuitos, financiación sin intereses o recarga eléctrica incluida mantienen la presión competitiva.
Stella Li, directiva de BYD, reconoce que sobran fabricantes en el país y que al menos un centenar debería desaparecer. Sin embargo, los intereses políticos y económicos de los gobiernos locales frenan posibles fusiones y quiebras.
El ascenso de los fabricantes chinos es también el declive de los occidentales. Las marcas locales pasaron de tener el 34% del mercado en 2020 al 69% en 2025. En contraste, Ford, GM, Volkswagen y Nissan ceden participación rápidamente.

Las firmas extranjeras no pueden competir en precio ni en escala de producción. UBS advirtió que las compañías occidentales están atrapadas en un escenario donde su rentabilidad en China se reduce cada vez más.
China se convierte en líder exportador
La salida para los fabricantes chinos ha sido mirar hacia afuera. Entre 2021 y 2024, las exportaciones de autos se cuadruplicaron, superando a Japón y posicionando a China como el mayor exportador mundial. Solo en el primer semestre de 2025, enviaron al exterior 3,5 millones de unidades.
Europa es su principal destino, pese a los aranceles impuestos por la Unión Europea. En Europa Occidental, la cuota de mercado de los autos chinos subió de 3,1% en 2024 a 5,2% en 2025.

La “involución” —término usado en China para describir la hipercompetencia destructiva— amenaza a cientos de fabricantes pequeños, pero fortalece a los grandes jugadores. BYD, Geely, Chery y startups como Xpeng y Li Auto emergen como los más aptos para sobrevivir.
Con el respaldo de gigantes tecnológicos como Huawei y Xiaomi, y la capacidad de mantener precios bajos, los fabricantes chinos están redefiniendo el panorama global. Según The Economist, las automotrices más poderosas de China no solo dominarán el mercado interno, sino que expandirán su influencia más allá de Asia y Europa.